Medicina tradicional indígena
La medicina tradicional es una parte de la cosmovisión indígena y representa el conocimiento milenario sobre la madre tierra y el uso de las plantas medicinales que los pueblos autóctonos han resguardado como un importante activo de incalculable valor para el fortalecimiento y preservación de su identidad. En múltiples ocasiones, la medicina tradicional indígena ha representado la única opción de prevención y curación de enfermedades para los habitantes de las comunidades originarias; esto debido principalmente a la exclusión y a la pobreza extrema en la que viven, así como por la carencia de servicios de salud que los gobiernos no han podido garantizar.
“la medicina alternativa solo podrá ser practicada, y sus servicios ofrecidos por una persona física que cuente con título y cédula profesional de médico general”, lo que implica la prohibición a los médicos indígenas de que practiquen sus métodos tradicionales de curación. Lo anterior, aunado a que el gobierno no ha podido garantizar un sistema de salud eficiente, empuja a los enfermos de las comunidades a someterse a tratamientos costosos, por de más ajenos a su cultura. Ante esta realidad, debe destacarse que la medicina tradicional es uno de los pilares fundamentales de la cultura indígena, porque a través de ese conocimiento ancestral y de su comunión con la naturaleza las comunidades han sobrevivido frente a los esquemas que les impone la economía de mercado. Este saber, proveniente de épocas precolombinas, no solo sirve para el cuidado de la salud individual, sino también para la defensa de los derechos colectivos, ya que, al preservarlo, las comunidades refuerzan su cultura originaria y hacen frente a la explotación desmedida de los recursos naturales en su territorio, efectuada por las grandes empresas.
La medicina indígena es un sistema de salud ya que tiene su propia manera de diagnosticar y de elegir sus propios métodos de curación. Puede ser analizada desde el término “medicina tradicional”, ya que el conocimiento que envuelve es trasmitido de generación en generación. Sus métodos de sanación involucran la espiritualidad por dos razones: por una parte, toda vez que tiene como presupuesto que el que cura es el creador y el médico sólo es un canal entre éste y el paciente, y, por otra parte, ya que dichos métodos están diseñados para el espíritu. En este sentido, la medicina indígena tiene el propósito de que el paciente recupere su estado natural de armonía; esto se logra ayudándolo a que se reconcilie con Dios, con su familia y con la naturaleza. Se dice también que es una medicina alternativa debido a que no está comprendida en el concepto de medicina natural o convencional.
La medicina indígena consiste básicamente en el uso de hierbas, aplicación de sobadas y rezos. La aplicación de cada método depende del problema que se trate.Los centros de energía identificados por los mayas, ahora conocidos por la influencia de la India como “chacras”, pueden ser impactados por emociones fuertes que hacen que se pierda su equilibrio. Esta falta de armonía repercute negativamente en los órganos, los cuales se nutren de la energía; de forma que si se equilibra la energía, se optimizan los órganos.
Después de una curación, el paciente logra estar sano porque se ha armonizado su energía.Así como la medicina convencional cuenta con especialidades, la medicina indígena no se queda atrás: existe la especialidad para el temazcal, el uso de plantas, el acomodo de huesos y el parto. Existen también quienes se dedican a limpiar la energía.
El temporal, sin duda, influye en la salud. En la tradición indígena se llevan a cabo ceremonias en las que se preparan ofrendas para pedir la lluvia; existen quienes tienen el cargo de llevar a los espíritus estas ofrendas para que nos concedan un buen temporal. Las personas que tienen este cargo específico ven, escuchan y se comunican con los espíritus; incluso, éstos les dicen qué quieren y qué les gusta. Las ofrendas se llevan a las montañas, manantiales y cuevas sagradas; las personas que las portan hacen un gran esfuerzo y sacrificio, porque los lugares donde se encuentran los espíritus son lejanos y riesgos.